(Hace un tiempo leí en una página web un artículo sobre los patrones ajedrecísticos. Lo he reflexionado y luego lo he reelaborado de modo que sea útil a los escolares dedicados al ajedrez y sus maestros.)
El "olfato" de los grandes maestros del ajedrez es producto de la colección de patrones ajedrecísticos que a lo largo de sus años de dedicación al ajedrez hacen: de posiciones típicas, de estructuras de mate y de otros géneros de posiciones, tanto en las aperturas, medio juego y finales. Por eso, es importantísimo que los que aspiran a la maestría se dediquen a estudiar el ajedrez con seriedad. De esta manera el cerebro irá adquiriendo estos patrones arquetípicos que muestran cómo se debe manejar cierto tipo de posiciones que se presentan durante una partida.Aquellos que no estudian y creen que pueden resolver todo en la partida viva, sencillamente se equivocan, excepto que se trate de algún genio, de los cuales no hay muchos. Es cierto que un jugador talentoso encontrará inevitablemente las jugadas correctas analizando meticulosamente la posición. Sin embargo, él mismo se ahorra un valiosísimo tiempo de reflexión si conoce de antemano dichos patrones y posiciones tipo, lo cual es producto de estudiar sistemáticamente el juego ciencia.
El jugador fuerte, el gran maestro, utilizando esos patrones tiene una certeza mayor al evaluar correctamente una posición y decidir qué jugadas hacer.
Los patrones mentales ajedrecísticos se adquieren a través de varias actividades: (A) viendo muchas posiciones parecidas, analizando lo que otros han jugado en esa posición (por eso las bases de partidas son fundamentales para todo aquel que quiera mejorar su juego); (B) conociendo los elementos básicos, de cada etapa de la partida, y de cada una de las piezas; (C) conociendo las partidas modelo más importantes de la historia del ajedrez, aquí hay cientos de encuentros memorables, que todo jugador debe conocer para tener una visión histórica y práctica de cómo se atacan cierto tipo particular de posiciones. (D) realizando un trabajo constante en el desarrollo de la habilidad táctica, lo cual se traduce precisamente en analizar patrones de combinaciones típicas, que da una ventaja enorme sobre aquellos que no han hecho este trabajo.
Si usted hace eso (lo cual requiere tiempo, dedicación, disciplina y trabajo constante), entonces no habrá quien lo detenga en el avance a la maestría ajedrecística.
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